Saturday, June 12, 2010

Todo tiene su derecho y su revés

Siempre hay dos lados…vea usted el que sea feo y también el que sea hermoso.

EL FUEGO

El fuego de Andalucía

siempre quema en Sevilla.

Entra en erupcioón con furia y lava mortal.

Es el sol, freíendo y chisporroteando la tierra,

que hace morir abrasado este desierto.


El fuego de Andalucía

nunca deja de quemar todo el año.

No lluvía de primavera puede apagarlo.

Las plazas son placas para las flores en el verano.

En el otoño su calor hace húmedo el piel y seca la boca,

y todavía te asfixiona en el invierno.


El fuego siempre quema en Sevilla.

Sevilla se encuentra en este fuego,

rescándose y metiédose sus quemaduras.

El aire huele de pelo quemado y piel ampollado;

y caca funde y endurece por todos sitios.

Los trabajadores de la ciudad limpian las calles,

consumiendo el agua solo para propagar la mugre.

El fuego siempre quema en Sevilla.


El fuego andaluz separa la gente.

El aire calor atraganta entre la gente,

con el humo ardiente de los cigarrillos.

Los piropos queman la dignidad y respeta.

La gente mira fijamente y es sospechosa;

y te cicatriza en las calles, con llamas de codos afilados.

El fuego siempre quema en Sevilla.


El fuego de Andalucía

hace ser pasto de las llamas los tardes.

Su calor ahuyenta la gente por tres horas,

y esconde en siestas, perdiendo tiempo.

El sol quema la gente con vientos calores,

que soplan el polvo escocer sus quemaduras.

Todo es crujiente como una costra.


El fuego siempre quema en Sevilla.

El fuego de Andalucía siempre quema.


EL SOL

El sol de Andalucía

siempre brilla en Sevilla.

Es una estrella que brilla en el cielo,

que con su calor, luz y energía,

crea este paraíso sureño.


El sol de Andalucía

irradia con la primavera, el verano, otoño y invierno.

Las flores florecen en su luz,

descansa con la gente en la playa,

se sonrie a los escolares en las plazas

y su calor todavía trae la energía a la noche.

El sol siempre brilla en Sevilla.


Sevilla florece en el sol andaluz.

Las naranjas reflejan el color soleado,

redondas y vivas brillando en las hojas.

Todo el día los olores floreados respiran.

Y cuando llega el anochecer, y desaparece el sol,

hay el incienso de las Damas de la Noche.

El sol siempre brilla en Sevilla.


El sol andaluz unifica la gente.

Juntos hace palmas con la guitarra flamenca,

es una voz a los partidos de fútbol

y va con pasión a las corridas de toros.

En la Semana Santa, todo es silento para oir una saeta;

y en la Ferria, baila los Sevillanos por la noche.

El sol siempre brilla en Sevilla.


El sol de Andalucía

hace más fría una cerveza por el rio,

y sierve las sangrias en San Salvador.

Su amarillo es el color de paella,

y su calor hace gazpacho fresco.

La gente camina despacio en su luz,

y toma una siesta en los parques.


El sol siempre brilla en Sevilla.

El sol de Andalucía siempre brilla.


Cuando allí había momentos en que vi "el fuego", pero más que vi y viví "el sol." Es una cosa para ver a ambos lados, pero otra cosa para buscar ambos lados y que usted elige ver más.